El jueves, Delfina Gómez Álvarez tomó posesión como la primera gobernadora del Estado de México, marcando un hito histórico. Su asunción también representa un cambio significativo al no pertenecer al PRI, rompiendo una tradición que duró más de 90 años en ese estado.
El evento contó con la presencia de 100 invitados, incluyendo gobernadores, miembros de la nueva administración y el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su discurso de toma de protesta, Delfina Gómez expresó su agradecimiento por la asistencia y destacó la importancia de la unidad y la colaboración para el bienestar de los mexiquenses.
Se comprometió a trabajar en pro de la justicia social, la pluralidad, la inclusión y la austeridad, así como a fortalecer la transparencia y la lucha contra la corrupción.
Además, anunció planes para llevar la administración del gobierno al ámbito digital y garantizar el acceso a servicios para todas las familias, así como para abordar desafíos como la movilidad, la seguridad y la escasez de agua.